Si yo tuviera que explicar qué ha sido mi vida, diría que un volcán que se ha convertido en mar, después en vidrio y ahora poco a poco en animal. Quizá de vieja, ojalá sea yo en un momento vieja, sea un poco más humana. Aunque creo fervientemente que ser humano es una utopía y que, más bien, intentamos luchar contra la olla hirviendo en nuestro interior para sentir un poco de ese espíritu inmortal que llevamos dentro, y que la armonía de esos dos principios amorfos mezclados pueden construir a un humano; aunque que yo todavía no he podido dominar esos fluidos espirituales, corporales e intelectuales lo suficiente para poder explicar cómo se vive, y como dirían los griegos, como se bien vive. Por el momento exploro el lenguaje para ver si llego a un punto en que me ayude a responder/me por qué sufrimos, y por qué lo hacemos a veces tanto y tan intensamente.