Si yo tuviera que explicar la vida diría que es un interior exteriorizado que late. Y que mientras más se expresa, más crece; y si pudiera yo dejar algo de mí en los otros, serían esas huellas de pasión que se desbordan en palabras, en míseras frases llenas de otoño y calentura. De besos y baba, de lenguas mezcladas en las tardes frías y manos chicas en las manos grandes.